Más de 70 países de todo el mundo han legalizado el trabajo sexual comercial en diversos grados, dando a las prostitutas derecho a ingresos legalizados, protección policial, seguro médico y cotizaciones para la jubilación. Se mire por donde se mire, la situación es positiva, pero la división del portal de servicios de escorts en Acapulco, decidió averiguar qué opinan las propias prostitutas sobre el estatus legal. Cuánto ha cambiado su vida y si ha aumentado la afluencia de personas a la profesión, esto lo contó a los corresponsales una conocida prostituta local, cuyo nombre no se mencionará por motivos de seguridad.
Un breve vistazo a la profesión de una mujer individual
Para que la chica se sintiera cómoda, el encuentro se programó en su territorio – resultó ser un pequeño piso alquilado cerca del centro turístico de la ciudad.
– ¿Qué edad tiene y cuánto tiempo lleva en la profesión del sexo?
– Ahora tengo 27 años y mi carrera en la industria íntima ya está llegando a su fin, ya que después de los 30 años la popularidad de los puttans disminuye. Empecé a los 21: acababa de terminar mis estudios y buscaba trabajo. Quería algo legal, pero sin estar atada a horarios estrictos, oficinas y jefes. Si la prostitución hubiera sido ilegal en aquel momento, no me habría decidido a ejercerla, pero entonces pregunté a las chicas que conocía que ya habían probado los servicios sexuales, elegí un algoritmo de trabajo adecuado y seguí adelante.
– ¿Cómo conoce a los clientes?
– Las primeras veces intenté ofrecer intimidad en clubes nocturnos y bares o esperaba a que los chicos se me acercaran. Pero resultó incómodo: puedes pasarte toda la noche buscando y acabar sin nada, así que me pasé a las citas por Internet.
– ¿Por qué te resulta más cómodo?
– Ya no tengo que salir por la noche: puedo quedarme fuera hasta que me contacte un cliente. No necesito arreglarme y maquillarme antes del encuentro, no voy a lugares peligrosos y no me arriesgo. Al mismo tiempo, en el cuestionario indico claramente los servicios sexuales prestados y el precio por hora, para que un cliente inadecuado no me moleste en vano.
– ¿Trabaja sólo en México?
– Hace poco fui a visitar a un amigo a Argentina, Buenos Aires, durante un par de meses. Allí también hay muchos sitios de citas, así que publiqué un perfil en el sitio de escorts Pander para probar, para ver la diferencia de trabajo y ganancias. Durante este periodo tuve tres novios: dos extranjeros y uno local, pero no vi ninguna diferencia con respecto a trabajar en casa.
– ¿Alguna vez se le pasó por la cabeza trabajar en un burdel?
– En Argentina esos establecimientos son ilegales, aunque existen en la clandestinidad. No quiero arriesgar mi reputación e infringir la ley para trabajar sin garantías sociales y depender de intermediarios y gerentes.
– ¿Qué opinan tus amigos de la idea de ganar dinero ilegalmente?
– La mayoría de las chicas de compañía ejercen la prostitución precisamente porque es legal en nuestro país. Así pueden quedar oficialmente con los clientes sin preocuparse de los riesgos ni del acoso policial. No creo que siguieran prestando servicios íntimos si estuviera plagado de problemas legales.
– ¿Se someten a reconocimientos médicos?
– Por supuesto, para un trabajo cómodo y legal es obligatorio. Pero yo cuido de mí misma y de mi salud, así que lo hago también por mi propia seguridad.
– ¿Hay algo que le gustaría decir a las jóvenes que están pensando en dedicarse a la prostitución?
– Recomendaría no precipitarse a la hora de elegir una profesión, porque como cualquier trabajo cercano a las personas, la prostitución es difícil tanto física como psicológicamente. A menudo hay que adaptarse al estado de ánimo del cliente, hablarle de su vida e incluso seguirle el juego en algunas situaciones, así que si una prostituta no está preparada para desempeñar el papel de psicóloga, no tendrá éxito entre los chicos.
